Guatemala, 13 de agosto de 2024. La Oficina Nacional de Servicio Civil -ONSEC- se adhirió hoy a la campaña Corazón Azul, que es una campaña a nivel mundial de solidaridad, participación masiva y sensibilización para lucha contra la trata de personas.
La Directora de la ONSEC, MSc. Karla Gómez, firmó el Pacto del Corazón Azul, junto a la secretaria Ejecutiva de la Secretaría contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas -SVET-, licenciada Danissa Ramírez, quien le impuso un pin con el cual se simboliza la campaña.
El pacto contiene 11 preceptos que son:
- Rechazar categóricamente cualquier forma de explotación derivada de la trata de personas
- Informarse sobre los actos, medios y fines de la trata de personas y compartir ese conocimiento con la familia, comunidad y lugar de trabajo
- No involucrarse en actividades que pudiera estar relacionadas directa o indirectamente con la explotación sexual, laboral u otras formas de sometimiento de personas
- No adquirir o consumir productos o servicios de personas y establecimientos que mantengan a otros individuos en calidad de esclavos
- Brindar apoyo u orientación a una potencial víctima de trata de personas dado caso que tuviera contacto con ella
- Denunciar ante las autoridades cualquier actividad que pudiera constituir trata de personas
- Fomentar cualquier acción cuyo objetivo sea sensibilizar, informar, concienciar y educar sobre la gravedad del delito de trata de personas
- Promover la campaña a través de redes sociales y contactos
- Participar en distintas actividades de la campaña Corazón Azul que se organicen en la comunidad
- Mostrar solidaridad con las víctimas de trata de personas portando el Corazón Azul y/o luciéndolo en los productos y servicios que ofrezco
- Difundir el mensaje: “El ser humano no está a la venta”
La campaña fue creada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito -UNODC-. Guatemala se adhirió a la misma en 2016 Guatemala, a través de la SVET.
El Corazón Azul simboliza el frío de las personas que compran y venden seres humanos, la desolación de las víctimas y el compromiso de la Organización de las Naciones Unidas -ONU- para combatir la trata de personas.